Nuevo plan de control tributario 2023

Los objetivos de Agencia Tributaria para luchar contra el fraude fiscal han sido fijados ya para este año 2023 y publicados en el BOE de 27 de febrero. Entre ellos y como sectores o perfiles de contribuyentes a fiscalizar de forma prioritaria se encuentran la actividad de rehabilitación de viviendas, los cambios de residencia fiscal, las falsas residencias en países y autonomías de baja tributación, así como las criptomonedas.

El sector de la construcción, históricamente considerado como uno de los sectores que concentra el mayor índice de fraude fiscal en España, y en especial la rehabilitación de viviendas que se halla en franco apogeo tras la pandemia, favorecido además por incentivos varios al amparo del Plan de recuperación aprobado por el Gobierno, es uno de los sectores en los que la Administración Tributaria va a poner el foco.

La Administración Tributaria prevé contar además con más medios humanos y técnicos para detectar la existencia de domicilios de simple recepción de correspondencia o falsos domicilios fiscales para dotar de apariencia de actividad real a empresas “fantasma”. Esta medida ayudará a sanear el censo empresarial así como a evitar fraudes fiscales. Para ello, la Administración Tributaria está haciendo uso del “big data”, que resulta extremadamente útil para cruzar datos de otras fuentes (compañías de consumos, uso del teléfono móvil, multas, publicidades en internet, etc) que lleven a poder recaudar las deudas fiscales, así como del intercambio de datos con otras Administraciones Tributarias que permite identificar estructuras internacionales destinadas a rebajar su factura fiscal.

De la misma forma, se dará prioridad a la vigilancia de ciudadanos residentes en España que declaran incorrectamente sus impuestos como No Residentes para aplicar determinadas ventajas fiscales tales como tributar únicamente por los ingresos generados en España y a tipos inferiores a los que procedería si tributaran como residentes en España.

Por otra parte, se pretende controlar la correcta tributación de las criptomonedas en el IRPF así como identificar el origen de bienes que puedan estar vinculados con actividades delictivas y que estén asociados con el empleo de criptoactivos. Adicionalmente, se potenciará la intervención de dichos activos mediante embargo para saldar posibles deudas fiscales.

Si bien los perfiles de contribuyentes mencionados serán una de las prioridades en la actuación inspectora de la Administración Tributaria, se seguirá persiguiendo otras conductas que ya venían fiscalizándose en el pasado, tales como las tramas de IVA, los gastos personales imputados a sociedades, la emisión de facturas falsas, los pagos virtuales (Bizum, etc) y el uso de software de doble uso que permita llevar una contabilidad B.